Se encuentra en el corazón del Barrio Húmedo, con acceso a la misma a través de múltiples calles.
Fue uno de los mercados más importantes que se instalaron en las afueras de la muralla de la ciudad en la época medieval.
Un incendio sucedido en febrero de 1654, supuso la destrucción de parte del mercado y algunas manzanas de caseríos, por lo que se planeó la construcción de una nueva plaza, la que actualmente podemos disfrutar, con perímetro ligeramente trapezoidal, reflejo de los diseños del padre Antonio Ambrosio en su primera fase, y según planos de Francisco del Piñal en la segunda, finalizando su construcción en 1677.
Esta bonita plaza cuenta con varios usos de interés. Como en antaño, se sigue celebrando aquí el tradicional mercado semanal, que tiene lugar los miércoles y sábados de 9:00h a 15:00h. Se venden frutas, verduras, hortalizas, embutidos, quesos y ropa.